domingo, 21 de octubre de 2012

¿Como es el amor que buscamos?

Como escritora de novela romántica, es algo que me pregunto a menudo, para poder ofrecer, aunque sea referida a otros tiempos, ya sabéis que me declino por la novela histórica, un atisbo de aquello que buscamos los seres humanos.
 
En los siglos pasados, los matrimonios solían ser concertados, como consecuencia de ello, las mujeres tenían que aparentar ser una mujer decente, para que no hubiera dudas sobre la genética de la descendencia. Mientras los hombres, pues eso... jugaban en casa, pero más fuera de casa, incluso muchos de ellos, jugaban en otro campo, a escondidas.
 
Me gusta inventar historias diferentes alrededor de esa premisa, dos extraños obligados a convivir y a conocerse biblicamente, sin que la piel o el corazón tenga algo que ver, en un principio...
 
Las cosas han cambiado mucho, a dios gracias, y dos personas deciden estar juntas, unificando dos actos de voluntad individual, y cuando uno de ellos decide acabar, se hace, separándose de su acto de voluntad. A veces duele, pero siempre enseña algo sobre los demás y sobre nosotros mismos.
 
El amor verdadero, de existir, sólo sobrevive en la ingenuidad de quien piensa en dar, no en recibir. Porque en cuanto uno espera recibir sin dar, el amor verdadero empieza a deshilacharse por las puntas.
 
Es difícil encontrar alguien que te dé, sin pedir nada a cambió, y que casualmente te dé, aquello que más necesitas. Pero a veces pasa, y cuando pasa...
 
 
 
 
 


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